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EMPIEZA A COMPOSTAR EN CASA EN 7 SENCILLOS PASOS

¿Por fin te has decidido a hacer compost casero pero no sabes por dónde empezar?

Probablemente has recopilado un montón de información pero te falta un plan de ruta para llevarlo a cabo correctamente, no te preocupes y sigue leyendo que vamos a despejar todas tus dudas para que puedas empezar a compostar en casa, hoy mismo.

1. El primer paso, como no puede ser de otra manera, es elegir el mejor compostador para ti. Existen diferentes tipos de recipientes según el material con el que están fabricados, del espacio del que dispongas, y de tus necesidades o preferencias. Algunas opciones comunes incluyen:

Compostador de jardín: Es un contenedor diseñado específicamente para el compostaje en el exterior. Pueden ser contenedores cerrados con tapa o estructuras abiertas. Algunos modelos tienen compartimentos múltiples, lo que permite mantener diferentes etapas del compostaje separadas.

Compostador de interior: Estos compostadores están diseñados para ser utilizados en espacios interiores, como apartamentos o cocinas. Por lo general, son contenedores más pequeños y están diseñados para controlar los olores y minimizar los problemas de plagas. Utilizan métodos como la lombricultura (vermicompostaje) o la descomposición microbiana para procesar los residuos orgánicos.

2. En segundo lugar, deberás decidir la ubicación adecuada para tu compostador, ya que es un factor importante para un compostaje exitoso. Aquí hay algunas consideraciones a tener en cuenta:

Buen drenaje: Asegúrate de elegir un lugar con un buen drenaje para evitar que el compost se vuelva demasiado húmedo y se estanque el agua. Una compostera en un área con drenaje deficiente puede causar malos olores y el crecimiento de organismos no deseados.

Circulación de aire: El compost necesita una buena circulación de aire para que los microorganismos descomponedores puedan trabajar eficientemente. Evita colocar el compostador en un espacio confinado o bloqueado donde haya una limitada circulación de aire. Idealmente, busca un lugar con una brisa ligera para promover la aireación natural.

Contacto con el suelo: Si utilizas un compostador de jardín, es beneficioso que esté en contacto directo con el suelo. Esto permite que los microorganismos y las lombrices accedan fácilmente a los residuos y aceleren el proceso de descomposición. Además, el contacto con el suelo facilita el drenaje de los líquidos producidos durante el compostaje.

3. Componentes desechables adecuados. Una de las preguntas más recurrentes a la hora de empezar a compostar es ¿Qué se puede echar a la compostera? Aquí tienes un resumen de los materiales que puedes compostar:

Residuos de cocina: Restos de frutas y verduras, cáscaras de huevo, posos de café, bolsitas de té (sin etiquetas de plástico), recortes de césped pequeños, etc.

Restos de jardín: Hojas secas, ramas y pequeñas podas trituradas, flores marchitas, paja, maleza no invasiva (sin semillas de malas hierbas), etc.

Papel y cartón: Papel de cocina y servilletas usadas (sin grasa), papel triturado, cartón rasgado en trozos pequeños, cartón de huevos triturado, etc.

Material estructurante: Ramas y palos más grandes que ayuden a proporcionar aireación y estructura al compost.

Evita agregar materiales no compostables, como carne, productos lácteos, aceites, huesos, carbón de leña, cenizas de chimenea, productos de origen animal, plásticos o productos químicos. Estos materiales pueden generar olores desagradables, atraer plagas y no se descomponen adecuadamente en el compostaje doméstico.

Si tienes acceso a estiércol de animales herbívoros, como caballos, vacas o conejos, también puedes agregarlo al compost. El estiércol proporciona nutrientes adicionales y ayuda a acelerar la descomposición debido a su alto contenido de nitrógeno.

4. Otro aspecto importante en el proceso de descomposición es la relación carbono-nitrógeno, también conocida como relación C/N.

Los materiales ricos en carbono, como hojas secas, papel o ramas, proporcionan la estructura y la aireación al compost. Por otro lado, los materiales ricos en nitrógeno, como los restos de comida, cáscaras de frutas o césped cortado, aportan los nutrientes necesarios para el crecimiento de los microorganismos descomponedores. La combinación de ambos equilibra la descomposición de los materiales y evita olores desagradables.

5. Añade capas: Para crear un buen compost, es recomendable agregar los materiales en capas.

Comienza con una capa de materiales de carbono, como hojas secas, ramitas trituradas o papel picado, en el fondo del compostador. Esta capa proporciona una base estructural y ayuda a la circulación de aire. Luego, agrega una capa de materiales ricos en nitrógeno, como restos de comida, cáscaras de frutas o césped cortado. Esta capa proporciona los nutrientes necesarios para el compostaje. Asegúrate de desmenuzar los materiales grandes y mezclarlos bien con los demás para facilitar la descomposición. Además de las capas de carbono y nitrógeno, también puedes agregar otras capas como materiales estructurantes, como ramas o paja, para promover la aireación y evitar la compactación del compost.

6. Para un compost saludable, es importante mantener el equilibrio adecuado de humedad en el compostador.

El contenido de humedad óptimo está entre el 50% y el 60%. El compost debe sentirse húmedo al tacto, pero no debe estar empapado ni goteando agua. Si está demasiado seco, puedes regarlo ligeramente con agua para aumentar la humedad. Si está demasiado húmedo, puedes agregar materiales secos ricos en carbono, como hojas secas o papel triturado, para absorber el exceso de humedad y mejorar la aireación.

7. Mezcla regularmente los materiales en el compostador para promover la descomposición adecuada y la circulación de aire.

Puedes utilizar una pala, un tenedor de jardín o una herramienta específica para voltear el compost y mezclar los materiales. Mezclar ayuda a distribuir la humedad de manera uniforme, rompe los materiales grandes, acelera el proceso de descomposición y previene la formación de olores desagradables. Es recomendable mezclar el compost al menos una vez por semana, pero si notas que el proceso de compostaje está lento, puedes aumentar la frecuencia.

Para finalizar, el tiempo que lleva completar el proceso de compostaje puede variar dependiendo de diversos factores, como el tamaño del compostador, los materiales utilizados, la relación carbono-nitrógeno, la temperatura y la actividad microbiana. Por lo general, el compost puede tardar de varios meses a un año en estar completamente descompuesto y listo para su uso. Durante este tiempo, es importante mantener el compost húmedo y bien mezclado. Si deseas acelerar el proceso, puedes triturar los materiales en trozos más pequeños, mantener una relación C/N adecuada y asegurarte de tener suficiente aireación y humedad. Puedes aprender todo sobre que necesitas saber sobre el timeline del compost en este artículo.

Sabrás que el compost está listo cuando tenga un aspecto oscuro, terroso y desmenuzable, y tenga un olor agradable y a tierra. En este punto, estará lleno de nutrientes beneficiosos y microorganismos activos. Puedes usar el compost maduro en tus jardines, huertos, macetas o áreas de cultivo para enriquecer el suelo y mejorar su estructura y fertilidad. Mézclalo con la tierra existente, aplícalo como cobertura en las áreas de cultivo o úsalo para hacer té de compost, que es un líquido rico en nutrientes que se puede rociar sobre las plantas como fertilizante líquido.

Recuerda que estos son solo los pasos básicos para comenzar a compostar. Cada sistema de compostaje puede tener variaciones y requerimientos específicos, por lo que es importante seguir las instrucciones proporcionadas con tu compostador y realizar ajustes según sea necesario. Monitorea regularmente tu compost, observa su progreso y realiza las modificaciones necesarias para asegurarte de que el compostaje sea exitoso.

Ahora que ya conoces los pasos necesarios para empezar a compostar, ¿A qué estas esperando?